Entradas
Badiola no se explica por qué sólo hay muertes por Creuzfeldt-Jakob en León
El presidente de los veterinarios insiste en que aparecerán nuevos casos, pero todos infectados con anterioridad al 2001
El científico leonés cree que los fallecimientos pueden deberse a la ingesta de sesos o vísceras
F. Ramos / L. Urdiales 
redacción
|
Al hilo de las sospechas de que la variante humana de la enfermedad de las vacas locas haya causado una nueva víctima en León, Juan José Badiola aportó ayer nuevas reflexiones sobre la patología. El ex director del centro nacional de referencia para la encefalopatía espongiforme bovina se pregunta por la localización territorial de los casos en humanos. Dos confirmados, uno en cuarentena por sospecha. Los tres en León. «¿Por qué en León? No lo sé y no veo una razón ni una respuesta. Puede ser por los hábitos alimenticios, en una tierra en la que la costumbre de consumo de vísceras o sesos de animales ocupa una parte importante de la gastronomía tradicional. Pero no son distintos esos hábitos que los del resto de la zona norte o noroeste. Y sin embargo los casos que se han confirmado o sobre los que se sospecha de una posible infección de la variante humana del mal de las vacas locas están localizados en León», observa el científico leonés.
Badiola recuerda ahora que su predicción sobre la aparición de casos se ajusta a las previsiones sobre la evolución de la enfermedad, su lento proceso de incubación y su evolución letal en el tramo final, una vez que se manifiesta en los pacientes. «Ya dije la pasada primavera que el año 2008 va a ser un año clave en la aparición de casos de muertes por la enfermedad de las vacas locas al haber finalizado el proceso de incubación; lo que está claro es que las propias características de la patología, que desde luego no es como un catarro del que te contagias hoy en dos días estás enfermo, condiciona mucho las pautas de seguimiento la localización de síntomas», apunta el estudioso leonés, que volvió sobre el calendario y los tiempos de la patología. «Ni en los casos confirmados la pasada primavera sobre los dos leoneses que murieron por padecer esta variante humana de la enfermedad, ni en el caso actual que se analiza ahora para confirmar o descartar las sospechas sobre la afección estamos ante contagios actuales. Este tipo de patología tarda entre ocho y diez años en expresarse y por tanto lo sucedido ahora no tiene nada que ver con contaminaciones actuales». coincide Badiola al precisar que cualquier tipo de infección puede ser anterior al 2001, año de aplicación de las medidas previsoras para cortar de raíz la entrada de carne contaminada al mercado. Badiola insistió en que la patología presenta muchas similitudes con otras enfermedades, lo que lleva a confusiones con afecciones como la variante esporádica de la enfermedad de Creuzfeldt-Jakob, «sobre la que aún o se tienen nociones del origen o explicación sobre las razones por las que afecta a determinados pacientes», dijo. Badiola confía en que la mayor aportación económica de las administraciones ayude a aclarar cuestiones a las que sólo se puede llegar con investigación.
«¿Por qué en León? No lo sé y no veo una razón ni una respuesta. Puede ser por los hábitos alimenticios»
JUAN JOSÉ BADIOLA
PRESIDENTE DEL COLEGIO VETERINARIO
Badiola recuerda ahora que su predicción sobre la aparición de casos se ajusta a las previsiones sobre la evolución de la enfermedad, su lento proceso de incubación y su evolución letal en el tramo final, una vez que se manifiesta en los pacientes. «Ya dije la pasada primavera que el año 2008 va a ser un año clave en la aparición de casos de muertes por la enfermedad de las vacas locas al haber finalizado el proceso de incubación; lo que está claro es que las propias características de la patología, que desde luego no es como un catarro del que te contagias hoy en dos días estás enfermo, condiciona mucho las pautas de seguimiento la localización de síntomas», apunta el estudioso leonés, que volvió sobre el calendario y los tiempos de la patología. «Ni en los casos confirmados la pasada primavera sobre los dos leoneses que murieron por padecer esta variante humana de la enfermedad, ni en el caso actual que se analiza ahora para confirmar o descartar las sospechas sobre la afección estamos ante contagios actuales. Este tipo de patología tarda entre ocho y diez años en expresarse y por tanto lo sucedido ahora no tiene nada que ver con contaminaciones actuales». coincide Badiola al precisar que cualquier tipo de infección puede ser anterior al 2001, año de aplicación de las medidas previsoras para cortar de raíz la entrada de carne contaminada al mercado. Badiola insistió en que la patología presenta muchas similitudes con otras enfermedades, lo que lleva a confusiones con afecciones como la variante esporádica de la enfermedad de Creuzfeldt-Jakob, «sobre la que aún o se tienen nociones del origen o explicación sobre las razones por las que afecta a determinados pacientes», dijo. Badiola confía en que la mayor aportación económica de las administraciones ayude a aclarar cuestiones a las que sólo se puede llegar con investigación.
«¿Por qué en León? No lo sé y no veo una razón ni una respuesta. Puede ser por los hábitos alimenticios»
JUAN JOSÉ BADIOLA
PRESIDENTE DEL COLEGIO VETERINARIO
