«Es necesario, casi urgente, realizar un análisis genético a la familia»
Lo poco que hay escrito sobre la variante humana de la enfermedad de las vacas locas en su variante humana no empuja a los científicos a realizar conjeturas. Al contrario, el esfuerzo por aproximarse a la realidad de la patología es cada día más acentuado. «Entiendo que los epidemiólogos habrán realizado estudios claros sobre los casos, y si no los han hecho ya los deberían estar haciendo», apreció Juan José Badiola, que pasa unos días de descanso en su Tolibia natal, en la montaña central leonesa.
Más situaciones de ámbito científico. «Extraña que entre los dos casos confirmados en León la pasada primavera hubiera una víctima de entorno a 50 años, cuando el tramo de edad más proclive al contagio es entre personas de menos de cuarenta años», precisó al tiempo que entiende una coincidencia notable la proximidad de fechas entre los fallecimientos de las dos víctimas de esta enfermedad.
El veterinario leonés no pasó por alto el hecho de la vinculación familiar entre una de los fallecidos el pasado invierno en León y la mujer que murió la semana pasada por la misma causa, según aprecian los médicos tras comprobar los síntomas que presentó. «Si se confirmara, se trataría de un hecho inédito en el mundo, como es que dos miembros de una misma familia se vena afectado por un contagio de este mal. Yo creo que sería conveniente y necesario, casi urgente, realizar en esta familia un estudio epidemiológico, siempre que se confirme el caso de la segunda muerte por la causa de los priones. Si no se ha hecho debería hacerse ya, un análisis genético. Yo creo que es un hecho singular y que podría ayudar a dar claves en los descubrimientos que se pretenden en este ámbito», apreció Badiola, que insistió en las características peculiares que hacen a algunas personas más propensas a infectarse. A este respecto, el marido de la fallecida indicó a este periódico que nadie de Sanidad le había ni siquiera hablado de la posibilidad de hacerles ningún análisis.
Más situaciones de ámbito científico. «Extraña que entre los dos casos confirmados en León la pasada primavera hubiera una víctima de entorno a 50 años, cuando el tramo de edad más proclive al contagio es entre personas de menos de cuarenta años», precisó al tiempo que entiende una coincidencia notable la proximidad de fechas entre los fallecimientos de las dos víctimas de esta enfermedad.
El veterinario leonés no pasó por alto el hecho de la vinculación familiar entre una de los fallecidos el pasado invierno en León y la mujer que murió la semana pasada por la misma causa, según aprecian los médicos tras comprobar los síntomas que presentó. «Si se confirmara, se trataría de un hecho inédito en el mundo, como es que dos miembros de una misma familia se vena afectado por un contagio de este mal. Yo creo que sería conveniente y necesario, casi urgente, realizar en esta familia un estudio epidemiológico, siempre que se confirme el caso de la segunda muerte por la causa de los priones. Si no se ha hecho debería hacerse ya, un análisis genético. Yo creo que es un hecho singular y que podría ayudar a dar claves en los descubrimientos que se pretenden en este ámbito», apreció Badiola, que insistió en las características peculiares que hacen a algunas personas más propensas a infectarse. A este respecto, el marido de la fallecida indicó a este periódico que nadie de Sanidad le había ni siquiera hablado de la posibilidad de hacerles ningún análisis.