El mayor fabricante de pelucas del mundo, la japonesa Unihair, ha anunciado avances positivos en las pruebas clínicas de un nuevo crecepelo, basado en técnicas de desarrollo celular, similares a las que se utilizan en la investigación de nuevos fármacos.
Si finalmente las pruebas clínicas son del todo positivas, en 2014 podría estar a la venta el crecepelo definitivo.
Paradojas de la ciencia: capaz de diseñar bombas para arrasar la vida en cien kilómetros a la redonda, o de fabricar niños en probeta, lleva siglos sin conseguir satisfacer el deseo de cuatrocientos millones de calvos (casi todos varones) que hay en el mundo: un crecepelo fiable para remediar la escasez de pelo.
Y paradojas de la vida: el nuevo crecepelo llega cuando bajan las ventas de pelucas, pues a la pérdida de pelo se le da cada vez menos importancia.
Actualmente el método más fiable para combatir la calvicie es el del transplante. Consiste en extirpar finas tiras de cuero cabelludo con el pelo sano y transplantarlas a las zonas donde se ha perdido el cabello. Aparentemente lo han utilizado el premier italiano Silvio Berlusocni, y el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono.
Este sistema tiene, sin embargo, un inconveniente: transpalanta las raíces del cabello, pero no consigue que realmente crezca pelo nuevo. Según el método de regeneración celular anunciado por Unihair, los médicos toman muestras del folículo de una persona y lo utilizan para reproducir en el laboratorio nuevas células de pelo para después inyectarlas en el cuero cabelludo alopécico, donde crecerán pelos verdaderamente nuevos y sanos.
¡Cuantos siglos de avances científicos ha costado llegar al crecepelo definitivo! . Realmente es una paradoja científica que los investigadores consigan lo más difícil, pero no logren objetivos sencillos en apariencia. La clave de esta incongruencia se encuentra en el modelo de negocio farmaceútico.
Los laboratorios dedican anualmente miles de millones en investigación de nuevos principios activos que sirvan para curar o prevenir aquellas patologías que afectan a mayor número de personas con capacidad adqusitiva: cáncer, corazón, cerebro, hígado…
Porque saben que el que consiga algún adelanto significativo en cualquiera de esas zonas, se forrará a vender y los beneficios multiplicaran por mucho lo invertido en la investigación.
La falta de una vacuna contra la malaria, que asola Africa, es la mejor prueba de que los laboratorios no investigan enfermedades cuyos pacientes (o sus Estados) carecen de recursos económicos para pagar los nuevos fármacos.
El crecepelo parece moverse en un rango medio, pues no hay muchas farmacológicas que investiguen en ese campo, pero si será suficiente para una sola empresa. Según el primer ejecutivo de Unihair, Tadao Otsuki, el mercado de pelucas, transplantes y tratamientos convencionales contra la calvicie mueve unos 6.000 millones de dólares en el mundo y el coste de aplicación del nuevo tratamiento se moverá en el entorno de los 10.000 dólares.
De modo que Unihair espera triplicar su facturación entre 2010 (700 millones de dólares) y 2017, en el que el objetivo es superar los 2.000 millones.