Entradas
Todos sabemos que la alimentación es un factor fuertemente influyente sobre la calidad de vida de las personas, al ser un determinante de su salud física, mental y emocional.
Sin embargo, a pesar de los crecientes intentos por revertir los malos hábitos alimentarios, existen datos al respecto que muestran la falta de acciones y sus consecuencias alarmantes.
En el seminario de verano de la Facultad de Farmacia del País Vasco en Vitoria, un profesor afirma que los malos hábitos alimentarios son responsables del 60% de las patologías.
Dato sorprendente si pensamos que las enfermedades que protagonizan el siglo XXI son aquellas más relacionadas con la mala alimentación, tales como las enfermedades cerebrovasculares, en donde juegan un papel determinante los niveles elevados de colesterol en sangre, la obesidad o la hipertensión.
Pero no sólo eso, sino que patologías como el cáncer también pueden ser evitadas si mejoramos nuestra dieta diaria con un poco de esfuerzo y conciencia. Incluso, alteraciones en el sistema nervioso central o problemas cognitivos pueden ocurrir como consecuencia de una alimentación deficiente.
La realidad nos ofrece este panorama para nada alentador y por ello, es desde el seno del hogar donde debe comenzar la toma de conciencia al respecto y la educación nutricional para que, la salud pueda ser la única ganadora en nuestra vida.
Además, no sólo es importante conocer estas cifras, sino las acciones que deberían originarse para solucionar las mismas y revertir la solución actual.
Nuestra vida está en nuestras manos y depende de nosotros salvarla o no. Aunque ¡ojo!, no sólo nos debemos empeñarnos en vivir más, sino también podemos actuar para vivir mejor.
Las enfermedades nos acechan y si verdaderamente queremos ganar una batalla, pues manos a la obra, la solución es fácil, pero requiere de nuestra dedicación y esfuerzo.
Todos sabemos qué hacer al respecto para mejorar nuestro estilo de vida y beneficiar nuestra salud. ¿Qué estamos esperando?
