Cocinar con microondas ¿es bueno para nuestra salud?
Hoy en día es raro el hogar que no tiene un horno microondas en su cocina, y es que se ha convertido en una herramienta imprescindible para cocinar los alimentos por su rapidez y limpieza a la hora de calentar. Pero, ¿es bueno cocinar con microondas?
La cocción con microondas se basa en una alteración molecular de los alimentos a través de microondas generadas a partir de una corriente eléctrica. Esta corriente altera el estado de los alimentos de tal forma que los calienta. La forma de calentamiento resulta totalmente agresiva para la estructura molecular de los alimentos que pueden ocasionarnos a la larga problemas de salud.
Calentar los alimentos a través del microondas conlleva una desestructuración molecular de éstos. Este sistema de cocción trae consigo una desvitalización de los alimentos. Unaalteración que puede afectar a nuestro organismo, ya que las propiedades de los alimentos varían lo mismo que los beneficios que aportarán a nuestro organismo frente a los métodos tradicionales para cocinar.
Algunos de los efectos que causa la cocción con microondas se has descrito en numerosos estudios que se han llevado a cabo. Por ejemplo, la leche calentada al microondas, uno de los alimentos que más se someten a la acción de este electrodoméstico, modifica sustancialmente la fórmula de aminoácidos como la prolina y la hidroxipolina que se convierten en tóxicos para el sistema nervioso.
Lo mismo sucede con otro tipo de nutrientes y con los alimentos que contienen estos mismos aminoácidos. Al producirse un desajuste molecular, la mayoría de los nutrientes cambian su estado y con ello sus propiedades. Muchos de estos pueden afectar seriamente a nuestros órganos, aunque tienen especial repercusión en riñones e hígado al igual que en nuestro sistema nervioso.
Según estudios realizados comparando la cristalización de los alimentos cocinados con calor, se ha llegado a la conclusión de que la mejor manera de preparar los alimentos es la cocción con leña, seguida de la cocina con gas, electricidad, y en último lugar el horno microondas, que debe utilizarse de forma esporádica. En ningún caso tiene que ser una forma habitual de calentar los alimentos.