Los kilos de más: ¿pueden contagiarse?
La excesiva concentración de grasa corporal constituye una enfermedad con severas consecuencias sobre el organismo, que crece grandemente cada día en el mundo.
Los estudios científicos se esfuerzan por conocer cada uno de los factores involucrados en su desarrollo y hace ya algún tiempo, se ha anunciado la intervención de los vínculos sociales y familiares en su origen.
Previamente en Vitónica, ya habíamos hablado del carácter contagioso de la obesidad debido a que, el aumento de peso de una persona incrementó las probabilidades de que los individuos vinculados a ésta también subieran de peso.
Pero esta vez, un estudio más se suma a la hipótesis de la obesidad como enfermedad contagiosa, ya que asegura que la mayor parte de la población se siente más cómoda con su peso cuando éste es semejante al de quienes le rodean.
Así, las mujeres con sobrepeso estaban satisfechas con su peso corporal si el IMC promedio de las mujeres de la misma edad que viven en el mismo país era similar.
La relación entre la auto imagen y la imagen de los demás no es más que un vínculo social que puede perjudicar a la obesidad, ya que a más personas con sobrepeso más crecería la obesidad.
Esta asociación inconsciente del peso de las personas con el de quienes le rodean podría ser grandemente peligroso si consideramos sus consecuencias sobre la salud.
Tal vez sea el ambiente el causante de este “contagio”, ya que, un entorno obseogénico por supuesto, propicia e incremento de peso de todos lo inmersos en el mismo.
No obstante, no es imposible actuar al respecto ya que si el peso de alguien puede contagiar a otro o al menos su estilo e vida, entonces una persona que tome conciencia de la enfermedad podrá ser el disparador de un cambio, que puede favorecer el combate de la obesidad mediante el fomento de una vida activa, equilibrada y saludable.
Esto que acabo de decir es lo que me impide pensar en la obesidad como una enfermedad contagiosa, ya que el exceso de peso sí puede evitarse y está en nuestras manos revertirlo. Sin embargo, las enfermedades que se contagian, normalmente ingresan a nuestro cuerpo sin pedirnos permiso y lo único que podemos hacer es tratarlas.
La obesidad sólo puede llegar a nuestras vidas si nosotros lo autorizamos, ya que prevenir el aumento de peso es sencillo, pero requiere de nuestro esfuerzo: sólo debes moverte más, comer razonablemente y de manera equilibrada, evitar los excesos, aliviar tensiones y descansar adecuadamente.
Pues además de las influencias genética, la obesidad debe encontrar un clima apropiado para desarrollarse. Por eso, no dejes de intervenir en tu vida y cuidar tu salud toda mediante un estilo de vida sano.
Vía | InfobaeEn Vitónica | La obesidad, ¿enfermedad contagiosa?
En Vitónica | Ambiente obesogénico: otra forma de entender la obesidad