La cafeína y su rol de "quema grasas"
Al momento, muchos productos de adelgazamiento o complementos incluyen en su composición cafeína, atribuyendo a la misma un potente efecto lipolítico o "quema grasas".
El argumento principal utilizado por dichos productos de consumo oral o de uso tópico es que la cafeína activa la lipólisis o la degradación de las grasas en el organismo, si este fundamento fuera verdadero, pues la cafeína contribuiría grandemente con los planes de adelgazamiento.
No obstante esta "fama" adquirida por la cafeína, su postura frente al metabolismo de las grasas se encuentra controvertida. Por un lado, algunos estudios han observado tras el consumo de cafeína un aumento de los ácidos grasos libres en el torrente sanguíneo lo que confirmaría su participación en la oxidación de grasas.
Sin embrago, existen investigaciones que contrastan con los hallazgos anteriormente dichos y han demostrado que aunque la cafeína incrementa la transformación de grasas a ácidos grasos, éstos últimos no sufren una mayor oxidación, por lo tanto, no aumenta la utilización de estas sustancias como sustrato energético de las células.
Así, las conclusiones que se pueden sacar acerca del rol "quema grasas" de la cafeína son pocas. Es limitado lo que se conoce acerca de la cafeína y su participación en el metabolismo de las grasas.
El consumo limitado de cafeína no supone efectos adversos, igualmente se recomienda la ingesta moderada en niños y embarazadas, como así también en personas que son más susceptibles a la sustancia. Lo recomendado es no superar las 2 o 3 tazas de café al día o limitarse a ingerir 300 mg de cafeína por día.
Ahora bien, también se debe considerar el aporte de cafeína proveniente de otros productos como cápsulas, comprimidos, bebidas energéticas, entre otros que pueden aumentar considerablemente su aporte y llevarnos a sobrepasar la dosis recomendada y considerada como segura.
Las principales fuentes de cafeína son el café, el té, la yerba mate y sus derivados.
Se acerca el verano y el calor hace saltar las publicidades que promocionan el descenso de peso. Pero… ¡ojo!, no nos dejemos engañar, así como sucede con la cafeína, existen muchas otras sustancias que se consideran mágicas a la hora de vender un producto que nos hará lucir genial y nos ayudará a estar en forma.
Es imprescindible informarnos al respecto y saber de qué se trata el producto, alimento o medicina que estamos por adquirir. No olvidemos que, lamentablemente, primero se encuentran las ganancias en el ámbito comercial. Pues para nosotros, lo primordial debe ser nuestra salud.