Mientras las asociaciones de invidentes alertan del peligro que supone, para ellos, el poco ruido de los futuros coches híbridos y eléctricos, un estudio medioambiental europeo afirma que el nivel de ruido actual provocado por el tráfico es nocivo para gran parte de la población.
Preocupantes conclusiones las que publica la European Federation for Transport & Environment (T&E): el ruido provocado por el tráfico rodado y el ferrocarril es responsable, en Europa, de 50.000 muertes por crisis cardíaca al año y 200.000 casos de enfermedad cardiovascular.
Según el informe, cerca de la mitad de los ciudadanos europeos se exponen con regularidad a niveles de ruido por tráfico que son potencialmente peligrosos para la salud.
Como afirma Nina Renshaw, del T&E: "Al contrario que con la contaminación ambiental, la contaminación acústica ha sido ignorada durante décadas hasta que el problema ha empeorado y su impacto negativo en la sociedad ha aumentado".
La OMS pone el límite en el ruido ambiental en 55 dB. Según el estudio, 210 millones de europeos (casi un tercio de la población del viejo continente) sufren ruido de tráfico por encima de este nivel, y 35 millones a ruido motivado por ferrocarril. El coste anual de este tipo de contaminación ha sido estimado en 40.000 millones de €uros.
El T&E afirma que la tecnología actual de vehículos, neumáticos y carreteras permitiría disminuir el ruido el 5 dB, lo que supondría bajar el nivel sonoro en un 70%.
En España (el segundo país más ruidoso del mundo después de Japón), además, tenemos que soportar a esos niñatos descerebrados con sus ciclomotores preparados, única y exclusivamente, para hacer más ruido. Y el hecho de que los petardeos de sus tubos de escape nos impida oír sus sandeces no es consuelo suficiente.