Si seguimos así la esperanza de vida de nuestros hijos será menor que la nuestra, y todo a causa del sedentarismo y la mala alimentación de la población infantil, que hacen estragos mientras la sociedad poco remedio le pone.
El médico Javier Aranceta, una importante figura en el mundo de la salud pública apunta que cuando se da la obesidad en niños de 12 a 15 años, se desarrollan factores de riesgos que apuntan a una muerte prematura. Factores de riesgos que sobre todo tienen que ver con enfermedades metabólicas (vease la diabetes) y cardiovasculares, que además de acortar la vida, reducen la calidad de esta.
El problema está en el poco consenso que existe en crear un perfil alimentario adecuado para el niño. La escuela, junto a los padres y el entorno deben de ser los sujetos activos para que se cree ese perfil alimentario saludable y que el niño lo vea como algo normal que hay que seguir.
El problema está en la sociedad de consumo, cómo educas en alimentación a un chico que al salir a la calle está bombardeado por miles de anuncios e imágenes que entran totalmente en oposición con la idea de alimentación saludable.
Como todo en el tema de la salud, las causas para llegar a estos extremos son multifactoriales, unos factores tendrán más peso que otros pero al fin y al cabo todos influyen.
España ya se cuelga la medalla de bronce al ser el tercer país con más niños obesos, sólo superado por los EEUU y los británicos. Mientras tanto los gobernantes incluso se piensan el quitar horas de eduación física en los colegios…Está visto que si la situación es difícil más lo complican.
Yo resumiría esta obesidad infantil en varias palabras: televisión, internet, videojuegos, bollería, golosinas, padres irresponsables y ayuntamientos poco competentes en políticas saludables, ¿se te ocurre algunas más?