Halitosis o mal aliento: ¿cómo combatirlo?
La halitosis o mal aliento bucal es un problema frecuente que además de ser poco agradable para el interlocutor del afectado, puede ser un indicador de enfermedades. Por ello, te daremos las claves para combatirlo.
La dieta, la limpieza bucal y algunos otros hábitos, son los principales influyentes en el desarrollo y prevención del mal aliento, por eso, lo primordial es mantener una correcta higiene que no sólo abarque los dientes después de cada comida, sino que se extienda a la lengua y encías, ya que la descomposición de los alimentos por parte de las bacterias alojadas en la boca, es la principal causa de halitosis.
Además, la saliva contribuye a reducir el número de bacterias y con ésto, disminuir la producción de mal aliento. Por lo tanto, consumir chicles o caramelos sin azúcar que aumenten la producción de saliva podría ser de gran ayuda.
Otra de las causas del mal aliento puede encontrarse en la dieta, ya que una alimentación escasa en hidratos de carbono puede dar origen a una cetogénesis, es decir, a la quema de grasas en abundancia para obtener energía que genera cuerpos cetónicos, cuyo olor puede liberarse a través del aliento.
Asimismo, los alimentos ricos en compuesto sulfurados, como la cebolla y el ajo, suelen causar un aliento particular hasta horas después de su ingesta, lo cual no sería un problema de salud. Con respecto al cigarrillo, el alcohol y el café, sobre todo si se abusa de éstos, además de causar un mal aliento persistente, perjudican la salud.
Por ello, además de reducir la dosis de éstos últimos productos, es indispensable higienizarse correctamente la boca después de fumar, de beber alcohol o café y consumir otros alimentos o infusiones que pueden brindar un olor agradable a nuestra boca y prevenir la halitosis. Por ejemplo, infusiones de menta, el regaliz y los frutos cítricos.
Incluso, beber mucha agua para prevenir la sequedad bucal es otro de los factores que pueden prevenir la halitosis, al igual que lavar bien las prótesis dentales que en ocasiones se utilizan.
Por otro lado, no consumir alimentos pesados que alteren la correcta digestión estomacal, también ayuda, pues padecer problemas digestivos, gastritis o enfermedades respiratorias, puede ser la causa de una halitosis.
Por eso, no sólo visitar al odontólogo periódicamente es importante, sino que llevar una vida sana, en la cual se incluya una dieta equilibrada, es fundamental para combatir el mal aliento y cuidar nuestro organismo en su totalidad. No olvidemos que una boca sana es mucho más que una bella sonrisa.
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