Turismo sanitario: vienen a tomar el sol, se operan gratis y desaparecen
Servet - 04/10/2008
Antes de hablar, Bernat Soria debería viajar más por su país. Que no lo hace o lo hace poco. Se sabe cuando, por ejemplo, niega que en España existe un turismo sanitario. Es decir, no se entera o no quiere enterarse de que a los hospitales públicos españoles vienen a operarse extranjeros por la cara. O casi. Pero el Ministro de Sanidad dice que tal práctica es más bien una leyenda urbana.
Le daré una pista al señor Soria: pregunte usted en el hospital de Denia por el asunto, o hágalo en las provincias de Castellón o de Valencia, por citar sólo unas pocas referencias. O hable con el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Enrique López Peña, quien podrá contarle lo extraño que resulta ver a un montón de turistas, sobre todo llegados de Holanda y Alemania, con implantes de cadera y marcapasos que les han colocado gratis en hospitales públicos españoles. Esto es jauja. Prótesis de cadera, by pass coronario, intervenciones de cataratas...
Según la Consejería de Sanidad valenciana, son las principales operaciones a las que recurren los extranjeros en el sistema público valenciano aprovechando sus estancias temporales en la costa, a las que hay que añadir el gasto farmacéutico. Alemanes, ingleses y franceses, principalmente, recurren a los centros nacionales para resolver problemas de salud que en sus países de origen o no los cubre su sistema sanitario o tienen que abonar parte por el sistema de copago.
La Consejería estima que el coste de atender a ciudadanos extranjeros asciende a 80 millones de euros, de los que sólo recibe cuatro millones como compensación. O sea, que nuestra sanidad ha entrado a formar parte del paquete vacacional que ofrecen las agencias de viajes. sol, playa y cirugía. No es una broma. Es real. En Denia, por ejemplo, las agencias de turismo extranjeras trabajan el tema. En Marbella, por seguir con las ofertas, son cada vez más los europeos que acuden a tratarse.
El problema es que lo hacen en hospitales públicos que luego no ven un céntimo porque los pacientes foráneos no están empadronados en España. Se volatizan con el éter tras ser operados. ¿Cómo lo hacen? Ah... Lo cierto es que lo hacen. Pero el ministro lo niega. Los ciudadanos de aquí se las ven negras para que les operen una rodilla o les hagan una resonancia magnética mientras los turistas llegan, se broncean, pasan por el quirófano y luego se esfuman. Vuelven a sus países con prótesis de rodilla o de cadera de una calidad muy superior a la que les ofrecen fuera de España y, además, gratis total. O nos pasamos de solidarios o de tontos. ¿Usted cómo lo ve, señor ministro?