¿Duerme poco? Pruebe con una siesta
Joene Hendry (Reuters) - 25/10/2008
"La falta de sueño crónica altera la atención, la concentración, la velocidad de procesamiento de la información, la memoria de corto plazo y la toma de decisión", explicó Silber a Reuters Health. Asimismo, agrega que "un nuevo estudio sugiere que la pérdida crónica de horas de sueño es un factor de riesgo de obesidad y diabetes".
Silber, que es también profesor de neurología en la Facultad de Medicina de la Clínica Mayo, describió los beneficios potenciales de la siesta para los adultos que duermen poco en un artículo publicado en la revista Women's HealthSource, de la clínica.
Lo óptimo es que los que no duermen de noche la cantidad suficiente de horas modifiquen sus agendas para acumular entre 7 y 8 horas de descanso por cada 24 horas. Si esto no es posible, Silber señala que una siesta puede ser muy útil. "Hay que reservar el mismo momento del día todos los días (preferentemente antes del atardecer) y asegurarse de que el lugar de descanso sea tranquilo y oscuro", sugiere Silber.
Para la mayoría, es suficiente una siesta de entre 10 y 20 minutos en las primeras horas de la tarde. Cuando la siesta se prolonga demasiado, las personas se pueden despertar con inercia del sueño, atontamiento y desorientación. Para evitarlo, Silber aconseja poner el despertador para prevenir el sueño profundo. Aunque advirtió que la somnolencia diurna habitual indicaría trastornos del sueño.
Toda somnolencia diurna no causada por la disminución voluntaria del suelo nocturno indica la necesidad de una evaluación clínica, recomienda el autor.