El té, anticancerígeno y anticoagulante
Después del agua, el té en sus diversas variedades es la bebida de mayor consumo en el mundo. En los últimos años están saliendo a la luz investigaciones que demuestran las ventajas de la ingesta de esta popular infusión, tan asociada a los ceremoniales de la cultura del Reino Unido cuando se hizo con el control de su comercio a partir de la colonización de Asia.
Debido a su poder anticoagulante, la ingesta de té ha demostrado ser desde hace tiempo muy beneficiosa para combatir las enfermedades cardiovasculares, pero recientemente un grupo de científicos ha descubierto que esos efectos pueden verse contrarrestados si se toma mezclado con leche.
Los expertos, que han publicado sus conclusiones en la revista científica “European Heart Journal”, han estudiado la reacción a esa bebida de dieciséis mujeres sanas que han llegado a la menopausia.
Dilatación Endotelial
Las mujeres sometidas a la prueba bebieron, según los casos, medio litro de té negro, té negro con un diez por ciento de leche desnatada o simplemente agua hervida como placebo en lugar de esa infusión.
Las mujeres sometidas a la prueba bebieron, según los casos, medio litro de té negro, té negro con un diez por ciento de leche desnatada o simplemente agua hervida como placebo en lugar de esa infusión.
Los investigadores del Hospital Charité, de la Universidad de Medicina de Berlín, midieron en cada caso la dilatación endotelial mediada por el flujo, que calcula la variación del diámetro de los vasos sanguíneos como respuesta a un aumento del flujo sanguíneo. En arterias sanas, los vasos sanguíneos son capaces de relajarse si el flujo sanguíneo se incrementa.
El consumo de té negro “incrementó de forma significativa” la dilatación endotelial mediada por el flujo en comparación con la ingesta de agua, “mientras que si se toma con leche suaviza completamente los efectos del té”, dicen los investigadores en su informe, quienes concluyen que la leche “contrarresta los efectos favorables del té en la función vascular”.
Para los científicos, esto puede deberse a las caseinas, unas proteínas presentes en la leche que podrían reducir la concentración de catechinas, unos flavonoides presentes en el té que se cree que ayudan a proteger el sistema cardiovascular.
Cáncer Biliar
Otro artículo publicado en julio de 2006 en la web NUTRAingredients.com revela que un estudio de población realizado en China sugiere que el consumo de, al menos una taza de té diaria, podría reducir el riesgo de cáncer biliar en alrededor de un 40% de los casos.
Otro artículo publicado en julio de 2006 en la web NUTRAingredients.com revela que un estudio de población realizado en China sugiere que el consumo de, al menos una taza de té diaria, podría reducir el riesgo de cáncer biliar en alrededor de un 40% de los casos.
El equipo de investigadores, dirigido por Ann Hsing, del National Cancer Institute de Estados Unidos, evaluó los datos demográficos, médicos y dietéticos de 627 personas con cáncer en las vías biliares, 1.037 con cálculos biliares y 959 sanas seleccionadas de forma aleatoria.
El estudio se llevó a cabo en la ciudad de Shanghai, donde en los últimos años la incidencia de este tipo de cáncer ha experimentado un incremento.
Como resultado de las pesquisas, los investigadores observaron que las mujeres bebedoras de té presentaban un riesgo menor de padecer cáncer de vesícula (44%), cáncer de las vías biliares (35%) y cálculos biliares (27%), mientras que en los hombres no se observó una relación significativa entre el consumo de té y el riesgo de padecer dichas enfermedades.
Sin embargo, según Hsing y sus colegas, los resultados en el caso de los hombres se podrían haber visto afectados por el elevado índice de fumadores que había entre ellos.
El mecanismo por el cual el té ejerce este tipo de beneficios todavía no está claro pero, según los científicos, “se podría deber a las propiedades antiinflamatorias y antiproliferativas de los polifenoles del té, especialmente del EGCG (galato epigalocatequina)”, uno de los extractos que contiene la planta.
Otra opción es que se deba al efecto del EGCG sobre la biosíntesis de estrógenos y otros procesos hormonales, lo cual explicaría las diferencias observadas entre hombres y mujeres.
Té Verde y Próstata
La revista Cancer Prevention Research indica por otro lado en su número de junio pasado que el consumo de té verde puede reducir el avance del cáncer de próstata, de acuerdo con una investigación de científicos del Centro Oncológico Feist-Weiller, depedniente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Luisiana (sur de Estados Unidos).
La revista Cancer Prevention Research indica por otro lado en su número de junio pasado que el consumo de té verde puede reducir el avance del cáncer de próstata, de acuerdo con una investigación de científicos del Centro Oncológico Feist-Weiller, depedniente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Luisiana (sur de Estados Unidos).
“El agente usado en las pruebas (polifenol) puede tener el potencial de reducir la incidencia y el avance del cáncer prostático”, indicó James Cardelli, uno de los investigadores.
Numerosos estudios citados por este equipo de científicos han sugerido que los polifenoles antioxidantes del té podrían reducir el avance no sólo del cáncer de próstata, sino también del gástrico, del esofágico y el de piel.
Esas mismas investigaciones han señalado que también contribuirían a prevenir del mal de Alzheimer y de la formación de coágulos y bajar los niveles de colesterol.
También se considera probado que las infusiones de té continuadas ayudan a perder peso de forma saludable, si se combina con una reducción de la ingesta de calorías.
Cardelli indica que hasta ahora los estudios no habían establecido de manera fehaciente el efecto que tienen los polifenoles sobre los marcadores del cáncer prostático que son los que muestran el avance de la enfermedad. “Estas investigaciones son sólo el comienzo y todavía queda mucho por hacer”, manifestó no obstante el científico.
Fuente: Misiones Online