Los médicos se declaran "presionados" por las farmacéuticas
Aseguran que no recetan genéricos porque los laboratorios les pagan cursos
ANNA FLOTATS - Santiago - 03/08/2009
Los medicamentos genéricos son igual de eficaces que los que llevan escrito Bayer, Rovi, Pfizer, Europharma o cualquier otro nombre de laboratorio farmacéutico en su caja. Lo juran y perjuran médicos, boticarios y Administración. Todos abogan por la prescripción de genéricos -más baratos porque la marca comercial ha perdido la patente- con el fin de ahorrar en gasto sanitario, pero Galicia sigue a la cola en la receta de este tipo de medicamentos. Una paradoja que se explica, según la Plataforma Non Gracias, porque las farmacéuticas financian el 90% de la formación continuada de los médicos del Sergas, a través de conferencias, cursos y viajes. Las empresas inducen a la prescripción de sus medicamentos, pagados en su mayor parte con fondos públicos, y fomentan así "una relación de dependencia que los facultativos ya contemplan con normalidad", explica el colectivo. La Consellería de Sanidade lanza ahora una campaña para fomentar el uso de genéricos, pero a los profesionales les parece un simple parche. Para atacar el problema de raíz y frenar la presión de las farmacéuticas, el Sindicato de Médicos, la Asociación Galega para la Defensa de la Sanidad Pública (Agdsp) y la Plataforma Non Gracias reclaman que sea la Xunta quien garantice la formación a los médicos.
"Los laboratorios pagan el 90% de la formación de los médicos del Sergas"
Galicia es la comunidad que menos fármacos genéricos prescribe
Sólo el 9,79% de los medicamentos que recetó el Sergas el año pasado fueron genéricos. Si Galicia lograra converger con la media nacional en la prescripción de este tipo de fármacos (21,81%), el sistema sanitario se ahorraría ocho millones de euros anuales en gasto por receta. Éste es el objetivo del proyecto Genéricos, una apuesta en la que ganamos todos, que la Consellería de Sanidade pondrá en marcha para potenciar el uso de unos medicamentos que, según sus cálculos, son 2,4 veces más baratos que los de marca. "La campaña es una medida positiva y necesaria, pero no va al fondo del conflicto, que es la presión de las farmacéuticas", denuncia la Agdsp. Sanidade lo desmiente y achaca el problema a la "falta de cultura de genéricos".
El decano de la Facultad de Medicina de Santiago, José María Fraga, asegura que la Consellería de Sanidade tiene en sus manos la posibilidad de eliminar la "relación de dependencia clara" que se establece entre médicos y farmacéuticas. "La formación continuada se debe gestionar a través de las instituciones administrativas del Estado, pero la Xunta es reticente a poner en marcha estos programas", cuenta este miembro de la Plataforma Non Gracias, junto a Víctor Pedreira, subdirector de Saúde Mental de la Xunta, y Berta Uriel, jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital de Ourense, entre otros.
De momento, Sanidade pretende "obtener el compromiso de los profesionales del Sergas en el uso de genéricos" mediante una carta con los criterios de actuación que deben seguir. El objetivo de la primera fase de la campaña es que los médicos prescriban fármacos de bajo coste de tres principios activos -amlodipino, venlafaxina retard y paracetamol 1 gramo-. Si se logra el cambio de marca de estos medicamentos en un 15% de los casos, "el Sergas ahorraría más de un millón de euros en un año", aseguró Farjas.
Tanto la Administración como los profesionales del sector coinciden en que son los médicos quienes pueden conseguir que crezca o disminuya el gasto en medicinas, pero "¿quién se atreve con la industria farmacéutica si tiene amortizada toda la investigación?", se pregunta el secretario general del Sindicato de Médicos de Galicia, Cándido Andión. Según la Asociación Galega para la Defensa de la Sanidad Pública, la Xunta debería enfrentarse a ese gigante empresarial mediante un "plan de control de gasto farmacéutico" que obligue a los especialistas de los hospitales a recetar en función de la composición del fármaco en lugar de la marca, y que incluya, además, la creación de comisiones de farmacia que racionalicen el uso de medicamentos.
Pero el sistema propagandístico de las multinacionales farmacéuticas cala también entre los pacientes, que suelen desconfiar de los genéricos por simple desconocimiento. ¿Seguro que llevan lo mismo que los de marca? es la pregunta más repetida, según cuentan en el Colegio de Farmacéuticos de A Coruña. Aunque no tienen demasiado margen de maniobra, los boticarios tratan de recomendar la compra de genéricos "cuando el medicamento de marca que pide el cliente está agotado en la farmacia".