El secreto de la longevidad reside en la dieta y los hábitos
El secreto de la longevidad está en la dieta y los hábitos saludables, y no en los genes, según un estudio sobre la salud ósea realizado en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) a una de las personas más viejas del mundo, fallecida recientemente a los 114 años. El estudio lo dirigió Adolfo Díez Pérez, profesor de la UAB, y consistió en estudiar la masa ósea y en analizar genéticamente a un hombre de salud envidiable cuando tenía 113 años.
También se estudiaron cuatro miembros de su familia, un hermano de 101 años, dos hijas de 81 y 77 años, y un sobrino de 85, todos ellos nacidos y residentes en un pequeño pueblo de Menorca. En el análisis genético, los científicos buscaron mutaciones en un gen, el KLOTHO, que generalmente están relacionadas con una buena densidad de minerales y con una buena salud en los huesos, y también en el gen LRP5, mutaciones asociadas con la longevidad, pero ninguno de los miembros de la familia estudiada presentaba mutaciones en estos genes.
Los resultados del estudio, publicado recientemente en Journal of Gerontology, han demostrado que el estado de los huesos era excelente, su índice de masa ósea era bueno, no tenían ninguna curvatura anómala y nunca habían sufrido una fractura.
Según informa la UAB, aunque a partir de los resultados obtenidos no se puede descartar del todo la implicación de otras mutaciones genéticas que hubieran podido favorecer la longevidad, los investigadores destacan que el excelente estado de salud de esta familia, y especialmente del hombre de 113 años, se debe probablemente a la dieta mediterránea, al clima moderado de la isla, a la ausencia de estrés y a la actividad física regular. El hombre estudiado iba todos los días en bicicleta hasta los 102 años, y hasta esa misma edad cuidaba del huerto familiar.
En este trabajo han participado además de Adolfo Díez Pérez, investigador del Instituto Municipal de Investigaciones Médicas (IMIM) y médico del Hospital del Mar, Leonardo Mellibovsky, Pau Lluch y Xavier Nogués, del IMIM, y las investigadoras del Departamento de Genética de la Universidad de Barcelona Mariona Bustamante, Susana Balcells y Daniel Grinberg.