¿En que fallan nuestras dietas?
Todos tenemos una dieta, pero en ocasiones, el objetivo de la misma varía según cada individuo. Por eso, existen dietas para perder peso, para aumentar masa muscular, para incrementar el peso corporal o bien, para mantenerlo.
Llegando el verano, todos los años recurrimos a dietas para perder peso, con la finalidad de lucir más esbeltos y estar en forma a la hora de tomar sol o visitar la playa.
Sin embargo, cada vez son más los estudios que recalcan los errores más frecuentes que comenten los españoles al momento de iniciar una dieta de adelgazamiento.
El estudio denominado Siken Bienestar Corporal, pretende concienciar acerca de la necesidad de implementar conductas saludables y hábitos adecuados en las dietas que escojamos.
Entre los errores que cometemos figura la falta de asesoramiento profesional, ya que, aunque sabemos que es necesario contar con la ayuda de un especialista, no acudimos a ellos ni escuchamos sus palabras. Tal vez pensemos que las dietas milagro pueden sacarnos del apuro, pero recurrimos a esta estrategia sin pensar en las posibles consecuencias y severas repercusiones.
Otro de las causas que llevan al fracaso a nuestras dietas es el hecho de saltar las comidas principales con la creencia de que se logra comer menos si pasamos por alto la cena y nos acostamos sin comer, o no almorzamos porque así quemamos más calorías si permanecemos en movimiento y en ayuno.
Otro de los errores que cometemos es hacer trampa durante una dieta, lo cual no significa otra cosa que engañarnos a nosotros mismos y mostrar que no son nuestros deseos perder peso, sino que nuestra voluntad es otra.
No nos damos cuenta de que la única forma de llevar cabo una dieta coherente, que origine buenos y perdurables resultados, sin agotarnos ni sentir la necesidad de despojarnos del plan de adelgazamiento es modificando hábitos perjudiciales por otros más saludables.
Y si hace falta de mayores fundamentos, pues lo recomendable siempre es individualizar nuestra dieta y educarnos al mismo tiempo, lo cual sólo se pude lograr de la mano de un profesional.
Por eso, como siempre aconsejamos, lo ideal es apartarnos de las dietas milagrosas y del resto de las estrategias mágicas para optar por un estilo de vida saludable que no sólo nos permita perder peso, sino mejorar nuestra salud y calidad de vida.
Considero que éste estudio no sólo muestra la realidad de los españoles, sino que en muchos otro países ocurre lo mismo y necesitamos concienciar respecto a un cambio de actitudes y conductas.
Ustedes que creen, ¿ocurre algo similar entre los habitantes de vuestra ciudad?