@Redacción - 10/11/2007
Salud y estética se unen en los países que tenemos la oportunidad de elegir los alimentos que tomamos. La 'epidemia' occidental de obesidad y diabetes hace que las personas deseen ingerir nuevos alimentos con menor valor energético, los conocidos productos 'light'. Sin embargo, estos alimentos muchas veces carecen de sabor y propiedades de los tradicionales.
Desde el punto de vista dietético y nutricional, según recuerdan en el portal alimentacionsana.com , es totalmente aconsejable llevar una dieta basada en alimentos menos grasientos y con menos azúcares, pero para ello no es indispensable recurrir a los light.
Comiendo menos cantidad de algunos alimentos y cocinando de la manera adecuada, se consigue reducir la ingesta de grasas y de azúcares. Además, ahorraremos en la cesta de la compra porque los 'light', por lo general, son más caros y no resultan tan apetecibles como los alimentos a los que pretenden imitar.
Estos son algunos trucos para disminuir el consumo de calorías (grasas y azúcares):
En primer lugar, escoger más a menudo los alimentos menos grasos y azucarados. Debemos incluir en la dieta lácteos con poca grasa (leche semidesnatada o desnatada, queso fresco tipo Burgos, requesón, yogur natural o desnatado, etc.); carnes más magras (pollo y pavo sin piel, conejo, cinta de lomo y magro de cerdo, filete de ternera, solomillo de cerdo o ternera); jamón serrano sin el tocino, cocido de primera o extra, fiambres de ave.
Hay que desgrasar los caldos de carne y aves en frío, sustituir la carne y los huevos por pescado al menos tres o cuatro veces por semana, acordarse de revisar con detenimiento el etiquetado nutricional y la lista de ingredientes de los productos manufacturados.
En cuanto a los denostados aliños y salsas, se pueden tomar pero con moderación. Para los aliños debemos utilizar aceite de oliva y de semillas (girasol, maíz, soja) con prudencia, son saludables para el corazón y los vasos sanguíneos pero están cargados de energía. Por lo que respecta a las salsas, es mejor escoger las menos grasientas (de tomate, de pimiento, mayonesa aligerada con yogur y otras elaboradas con hortalizas), empleando lo justo de aceite y harina para su preparación.
¿Cómo cocinar los alimentos?
El truco reside en utilizar las técnicas culinarias que menos grasa añadan a los alimentos. A saber:
- Plancha: indicado para carnes de calidad, aves, pescados y ciertas verduras.
- Rehogado (verduras como guarnición o primer plato): en sartén con unas gotas de aceite.
- Al vapor, cocido o hervido.
- Horno (para todo tipo de alimentos). Microondas (es muy útil para todo tipo de alimentos). A modo de ejemplo, queda muy bien la patata al microondas para hacer tortilla o como guarnición o ingrediente de todo tipo de recetas.
Ocasionalmente se puede emplear:
- Fritos, rebozados o empanados. El aceite debe estar bien caliente. Si el alimento va rebozado, añadir una cucharada de agua por cada huevo batido y así absorberá menos aceite. Si además se emplea papel de cocina para retirar el exceso de grasa una vez frito el alimento, mejor.
- Estofados o guisos. Retirar la piel de aves y la grasa visible de carnes antes de su cocinado y emplear la cantidad justa de aceite.
Las guarniciones, que sean ligeras:
- Pimientos rojos o verdes asados con poco aceite, champiñones o setas salteadas con poco aceite, rehogado de verduras (ajo, cebolla, pimiento verde, calabacín y tomate; o bien, ajo, cebolla, pimiento rojo, berenjena y tomate), ensaladas, verduras a la papillote (zanahoria, calabacín, berenjena), etcétera.
- Patata hervida, al horno, al microondas o en puré elaborado con leche semidesnatada o desnatada y poco aceite o mantequilla, y no siempre fritas.
- Guisantes salteados con ajo, etcétera.